Celulares: una buena

Así como uno marca lo malo de algunas empresas en cuanto a la prestación de los servicios, también hay que destacar lo bueno... les quiero contar algo que me pasó:

Hace 15 días me cortaron el servicio de Movistar por falta de pago, habiéndome enviado la factura a tiempo y el aviso por mensaje de texto reclamando el pago de la factura una semana antes del vencimiento. Por motivos personales que no vienen al caso lo pagué el mismo día del corte del servicio en las oficinas de Cabildo y Congreso. La chica me tomó el pago muy amablemente y le pregunté esperando una respuesta poco esperanzadora cuánto iba a tardar en recuperar el servicio y me dijo: -Acercate a los teléfonos que tenés ahi en la entrada, informale este numerito de pago y en un ratito te lo rehabilitan... Su respuesta fue una mezcla de sensaciones; por un lado me puse contento y por el otro cuando caí en que tenía que llamar a ese call center que seguramente les hará perder la paciencia como me pasa a mi, mis esperanzas volveron a decaer, pero decidí intentarlo...

Me acerqué, levanté el tubo y mágicamente una dulce señorita me atendió en menos de 30 segundos, le informé el numerito y me dijo que estaba todo listo, que en el transcurso de la hora podía hacer llamados nuevamente... Todo sonaba demasiado perfecto para ser verdad... pero de hecho hubo un final feliz y por eso el título de este post. Probé haciendo un llamado y no tuve problema... sentí que era mi día de suerte...

Ahora la reflexión sería... : Estamos tan acostumbrados a que nos metan la mano en el bolsillo, a que no nos traten de una manera amable, a descreer de la mayoría de las cosas que nos dicen, que cuando todo sale como debería ser nos sorprendemos gratamente cuando debería ser al revés... no les parece?